Destinó considerable suma de dinero para crear la mejor red de espionaje de la época. Es muy conocido la utilización de la tinta invisible y de la escritura microscópica por parte de los servicios secretos de Felipe II. Bernardino de Mendoza fue militar, embajador y jefe de los servicios misterios en diversas zonas del Imperio español bajo Felipe II y a lo largo de este tiempo estuvo destinado como embajador español en París. Entre las acciones mucho más esenciales atribuidas a este antepasado de los presentes servicios misterios, fue el homicidio de Guillermo de Orange a manos de Balthasar Gérard. La Grande y Felicísima Armada o Armada Insuperable, de la que se conocía hasta el nombre del ínfimo grumete, mientras que los ingleses no tuvieron noticia cierta ni siquiera de todos y cada uno de los barcos que participaron. Carlos pensó que España defendiese desde esos territorios al Sacro Imperio De roma Germánico, más débil que Francia.
Este suceso provocó una revuelta en Zaragoza que Felipe II redujo utilizando la fuerza, decapitando a Juan de Lanuza y Urrea y eliminando los fueros y permisos de Aragón para de esta forma poder ajusticiarlo. En 1567 Pedro de Deza, presidente de la Real Chancillería de Granada, proclamó la Pragmática bajo orden de Felipe II. El edicto limitaba las libertades religiosas, lingüísticas y culturales de la población morisca. Esto provocó una rebelión de los moriscos de las Alpujarras que Juan de Austria redujo militarmente.
Enfrentamientos Con Los Países Bajos[editar]
Al término de las guerras italianas en 1559, la Casa de Austria había logrado asentarse como la primera capacidad mundial, en menoscabo de Francia. Los estados de Italia, que durante la Edad Media y el Renacimiento habían acumulado un poder desproporcionado a su pequeño tamaño, vieron reducido su peso político y militar al de potencias secundarias, desapareciendo ciertos de ellos. Sitio de Gravelinas, donde se causó la batalla de Gravelinas, victoria de Felipe II sobre las tropas francesas que forzó al rey francés a firmar la Paz de Cateau-Cambrésis y desistir de su invasión a Italia.
De estos destacaron Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel —III duque de Alba de Tormes—, Alejandro Farnesio, duque de Parma, Álvaro de Bazán y Juan de Austria, entre otros muchos. Fue detenido por el homicidio de Juan de Escobedo, hombre de seguridad de don Juan de Austria, y por abusar de la confianza real al conspirar contra el rey. La relación entre Aragón y la corona se encontraba algo estropeada desde 1588 por el litigio del virrey extranjero y los inconvenientes en el condado estratégico de Ribagorza. Cuando Antonio Pérez escapó a Zaragoza y se amparó en la protección de los fueros aragoneses, Felipe II intentó enjuiciar a Antonio Pérez mediante el tribunal de la Inquisición para eludir la justicia aragonesa (el justicia mayor de Aragón era teóricamente sin dependencia del poder real).
Rey De España, Sicilia Y Las Indias[editar]
Todo mantenido con los fondos castellanos y con las riquezas americanas, que llegaban a ir directamente desde América a los banqueros holandeses, alemanes y genoveses sin pasar por España. El 4 de agosto de 1578, tras la desaparición sin descendientes del rey Sebastián I de Portugal en la guerra de Alcazarquivir, en Marruecos, heredó el trono su tío abuelo, el cardenal Enrique I de Portugal. Durante el reinado de este, Felipe II se convirtió, como hijo de Isabel de Portugal, en candidato al trono portugués al lado de Antonio, el Prior de Crato y nieto del rey portugués Manuel I, Catalina de Portugal y los duques de Saboya y Parma. Felipe recibió el apoyo de la nobleza y el prominente clero y el Prior de Crato fue apoyado por la gran mayoría del pueblo. A finales de 1553 se anunció la boda de Felipe con su tía segunda, la reina de Inglaterra, María I. Pero resultaba que Felipe era únicamente príncipe y duque. Carlos I solventó el problema renunciando al Reino de Nápoles en favor de su hijo, para que este fuera rey.
Tras la desaparición, el 1 de noviembre de 1535, de Francisco II, último Sforza, el Ducado de Milán quedó sin soberano. Los reyes de Francia, relacionados con la familia Visconti, reclamaban el ducado. Francisco I vio en la muerte del duque de Milán una exclusiva ocasión para hacerse con el territorio, originando una tercera guerra contra Carlos I de España, que terminó con la Tregua de Niza en 1538.
Su carácter psicológico era reservado y ocultó su timidez y también inseguridad bajo una responsabilidad que le valió una imagen de frialdad y también insensibilidad. No tuvo varios amigos, y ninguno disfrutó absolutamente de su confianza, pero no fue el personaje oscuro y amargado que se ha transmitido en la historia mediante la historia de historia legendaria negra. De rostro es bien similar, con frente ancha y ojos grises, de nariz recta y de talante varonil. Desde la en frente de la punta de la barbilla su rostro se empequeñece; su modo de caminar es digno de un príncipe, y su porte tan derecho y recto que no pierde una pulgada de altura; con la cabeza y la barba amarillas. Y de este modo, para finalizar, es tan bien entregado de cuerpo, brazo y pierna, y lo mismo todos los demás integrantes, que la naturaleza no puede labrar un modelo mucho más especial. El Imperio otomano, que ya había sido contrincante de Carlos I de España, se volvió a enfrentar al Imperio español.
Las primeras declaraciones oficiales pretendían reducir la catástrofe evitando utilizar la palabra \’marea\’ y charlar solo de un vertido, asegurando además de esto que el hundimiento no tendría graves efectos sobre el medioambiente. Estas votaciones fueron matizadas después por el Presidente del Gobierno, José María Aznar, el 10 de diciembre, en el momento en que aceptó que el ejecutivo había cometido «errores de apreciación». El barco partió de Fujaira (Emiratos Árabes Unidos) el 23 de mayo, repostó en Gibraltar a primeros de junio y llegó a San Petersburgo a finales de ese mes. Allí continuó atracado hasta el 30 de octubre, día en el que acabó de cargar el fuelóleo y se realizó a la mar. Un par de días después completó su carga en Letonia y comenzó su viaje de vuelta hacia Gibraltar, donde debían esperar para recibir su destino definitivo.
Se entregaron de esta manera juros a los acreedores como deber de la Corona de la devolución del dinero con un interés del 7 %. Dicho dinero se iría devolviendo a medida que se volviera a tener nuevamente liquidez y con el aval de los metales americanos. Paralelamente, entre 1576 y 1588, Felipe usó la intermediación financiera de Simón Ruiz, que le facilitaba pagos, cobros y préstamos mediante letras de cambio. Felipe II también gustaba de tener la opinión de un grupo selecto de consejeros, formado por el catalán Luis de Requesens, el castellano enorme duque de Alba, el vasco Juan de Idiáquez, el cardenal borgoñés Antonio Perrenot de Granvela y los portugueses Ruy Gómez de Silva y Cristóbal de Moura repartidos por distintos oficinas o siendo miembros del Consejo de Estado. Felipe II y su secretario se encargaban directamente de los asuntos más importantes, otro conjunto de secretarios se dedicaba a asuntos cotidianos.
Pero, en Flandes, los inconvenientes siguieron desde 1568 por el acompañamiento a los rebeldes flamencos de los hugonotes franceses. El estado de las finanzas dependía totalmente de la coyuntura económica castellana. Los Países Bajos eran los principales receptores de la lana castellana y, debido al ahora abierto conflicto de los Países Bajos, la ruta lanera se interrumpió, lo que causó una recesión en la economía castellana en 1575. Como consecuencia, en ese año se causó una segunda suspensión de pagos al declararse la segunda bancarrota. En 1577 se alcanzó un acuerdo con banqueros genoveses para proseguir adelantando dinero a la Corona, pero a un precio muy alto para Castilla, que agravó su recesión. Esto se conoce como «el Antídoto General» de 1577, que consistió en una consolidación de la deuda a largo plazo, logrando llegar a setenta u ochenta años.