Los que superpueblan un puerto, que es todo en pequeño ecosistema para ellas, sencillamente van fuera en busca de comida, se van, o vienen, acompañando las entradas y salidas de boquerón y demás carnada, entran bancos nuevos a los puertos. De igual forma, en el momento en que en la zona entendemos que hay lubinas, pero el agua está transparente y más quieta de lo que nos agradaría, los vinilos sin plomar son una buenísima opción para conseguir mentir un ejemplar. La caña fué equipada con el carrete Lancer XTR Surf, un carrete de alta calidad con 6 rodamientos más 1 blindado en la guía de hilo, embrague Instant Drag y arco de cierre manual. El carrete ha sido montado con bobina Black PE, una bobina lisa diseñada para ordenar trenzas y bobinado con el nuevo Multifibre Neo X8 Nage estilo japonés, una trenza de excelente calidad y de nueva generación, que merced a la variación de color cada 25 metros deja una rápida identificación de la profundidad de pesca. La trenza asimismo ha sido tratada con el recubrimiento especial PDMS que le otorga una mayor rigidez y resistencia a la abrasión. Productos que hablen de este tema existen muchos pero a este lo pienso emplear como mi manual de pesca!
Pesca de la lubina con vinilos .Completísimo reportaje sobre la pesca de la lubina con jerkbaits de vinilo. Pero, no acaba aquí, el abanico de especies factibles a ser capturadas en la obscuridad, como las anjovas, rascacios y ocasionales sargos, eso si de buen tamaño estos últimos. La posición del puntero de la caña, en la altura a la que lo tengamos es también una gran ayuda, cuanto mucho más bajo, mejor, pero sin tocar el fondo demasiado. Ten cuidado con las rocas a la noche que son peligrosas y si pescas solo peor. Yo por el dia utilizo sedal del 0.25 mm y cuando el mar esta picado o de noche, del 0.35 mm.
Pesca A Pulmón Una Descomunal Lubina De Casi 6 Kilogramos: «estas Cosas Solo Pasan Una Vez En La Vida»
Pescar lubinas significa, casi siempre, gastar muchas energías físicas y mentales; no servirá de nada pescar con el más destacable carrete, la caña mucho más cara y moderna, el artificial recién llegado del El país nipón…, si primero no nos hemos concienciado del género de pesca que iremos a practicar, dónde y cuándo debemos tirar nuestros artificiales. Podemos confundirnos en la hora, tenemos la posibilidad de confundirnos en el lugar en función de la dirección del viento y de la marea, pero en todos y cada caso debemos razonar y confrontar nuestras vivencias pasadas con las condiciones meteorológicas y climáticas presentes, y con las características de los lugares donde pescamos. Atento a las pajareras, ya que en ocasiones son las que delatan los más destacados calados para publicar un vivo y dejarlo en superficie, donde lo vean bien las lubinas que cazan allí. En honor a la verdad siempre y en todo momento conviene establecer un plan de cara a la pesca de lubinas, y en ello saber el medio adquiere una notable importancia. Seguramente varios de los que lean estas líneas van a estar según con que una buena aproximación hasta la orilla tiene una gran importancia, y que una palabra más alta que otra con el compañero que nos acompaña, o una exposición excesiva de la figura en un ubicación susceptible de albergar peces, constituyen el punto de inicio para desordenar el siempre relevante aspecto sorpresa. Y es que la reacción de la lubina ante estas actitudes se traduce en el rechazo sistemático de cuanto le propongamos al otro radical de la línea, luego todas las contra medidas que se adopten en orden a sortear su atenta supervisión serán escasas en el momento en que intentemos sorprenderla en sus dominios, en el que, recordémoslo siempre y en todo momento, los pescadores somos el elemento extraño, y a la vez el mucho más frágil.
Ahora bien, siempre y en todo momento cabe la oportunidad de que las cojamos con el paso cambiado y que el valiente pescador se ajuste a esta dificultosa situación al plantear imitaciones similares al forraje presente, un detalle que le dejará contar con muchas más papeletas de llevarse el gato al agua respecto de las que tiene el compañero que lanza cualquier reclamo al tuntún. En principio para la pesca de lubinas, lo destacado es apoyarse en la dirección que toma el agua y meditar en de qué manera actuaría uno de sus mordiscos frente a la presión que esta ejerce sobre él. Lógicamente, cualquiera de ellos, habida cuenta su nimia entidad, a duras penas va a ser capaz de desarrollar una alguna velocidad de movimiento si no es en pos del empuje, luego actuemos en consecuencia y ofrezcamos nuestros engaños cobrando línea con relativa o acusada lentitud al punto de dejar que a veces sea el mar quien nos active la trampa. Y es que difícilmente algo que galopea a contracorriente como alma que transporta el demonio, va a suscitar interés a la lubina por tirarle el lazo, ya que para empezar, resultará antinatural a ojos vista, por no mencionar que le va a suponer efectuar un notable gasto energético que bien va a poder omitir si el tamaño de la presa es de carácter menudo.
¿qué Equipo Emplear?
Me hubiera gustado comprender sobre como se las puede pescar con línea madre y múltiples anzuelos usando carnada viva (cefalópodos). Preparo una pequeña lancha autoescolante de 5m para «cazar» alubias sobre la desembocadura del río Po al Mar Adriático. En la pesca, realizar una afirmación absoluta, teorizar técnicas y hábitos de los peces, es meterse en una calle peligrosa, de la que es fácil salir desmentido a las primeras de cambio. De hecho, la pesca no es una ciencia precisa, y la naturaleza, en particular en el segmento acuático al cuál nos referimos, en la mayoría de los casos obsequia muchas sorpresas que hacen comprender a los pescadores que, a pesar de que siempre y en todo momento se va continuando y juntando experiencia, transcurrido el tiempo nos ofrecemos cuenta que sabemos poco, y que cada vez hay más que aprender.
Toda asistencia es bien recibida vitu ya que a los q llevamos poco en esto la cabeza nos va a mil x hora y frecuentemente sin sacsr nada en claro y mas aun si x cualquier circustancia no puedes efectuar demasiadas salidas..en my caso x ejemplo quiza m paro mucho en los colores ideales para la noche y x lo q veo prácticamente carece d relevancia…bueno eso.. La lubina está mucho mas activa durante las noches, momentos en los que salen de caza por su mayor sencillez en el momento de camuflarse en busca de comida, donde detectan con suma maestría sus presas. La visión en esos momentos del día no es exactamente el sentido mas esencial ni tampoco el que mas utilizan. Se guían por sus líneas laterales, su órgano sensorial que le deja situar su presa acompañado de la visión durante el día y mucho mas esencial por las noches donde advierten cualquier vibración y forma. Las noches son momentos idóneas para la pesca de predadores que van de sus guaridas en busca de comida, siendo la obscuridad el instante ideal para que éstos procuren zonas donde agazaparse en busca de la presa ansiada. Y los colores de fantasía toman de nuevo la titularidad en la acción de pesca, pasándolos por los márgenes de luz-sombra que haya en el agua, sitio que aprovechan para cazar los distraídos peces que se pongan a su alcance.
Curricán de costa desde barco preferentemente con peces artificiales. Todo un arte conocer las horas de actividad, querencias, los más destacados señuelos, agilidad de navegación,… Ciertos pescadores expertos guardan como un tesoro sólo en su memoria todos estos conocimientos y su aplicación eficaz para la pesca de la lubina. En resumen, las noches son grandes compañeras a la hora de perseguir buenos ejemplares, unas condiciones son mejores que otras y las noches de buenos espumeros que no les tiren para atrás porque encuentran los reclamos sin mayor problema, eso si, con bajas cadencias de obtenida en los reclamos. Las cañitas son a gusto de cada uno de ellos pero yo en el pedredo no bajo de 3,60m y cañas poderosos.
Antes de nada, atrae llegar y montar rápido nuestras cañas, es instante y ocasión de los equipos rápidos de surfcastingy de ledgering e incluso de pescar con cañitas de spinning, pues la distancia del lance va a ser corta, incluso muy corta, y lo que interesa es tener equipos ligeros que nos dejen lanzar frecuentemente sin cansancio, y que marquen bien los toques a los cebos. 2 cañas ligeras lanzadas a los elementos importante que vamos a comentar, cebos muy frescos como la bola de coquinas, la navaja, el choco sucio, las gusanas y si es viable el cangrejo vivo o alguna mojarrita o herrera pequeña en forma de vivo, van a ser de los más utilizadas opciones para tentar a esa lubina que, de regreso repasa los comederos de la playa en la que nos encontramos pescado o al menos, intentándolo. Si existen varios embarcaderos y podemos desplazarnos por la región no se debe estar siempre y en todo momento lanzando exactamente en el mismo sitio, si bien es cierto que hay que tener paciencia; si ofrecemos con una región medianamente alumbrada y observamos llanas cerca indudablemente ahí está el ubicación, ahí hay que jugar las cartas que llevamos, ya que si entran lubinas casi seguramente pasan por esa zona en algún momento lubinas. Si el puerto es pesquero quizás esté prohibido pescar dentro, pero si no o está también vamos a tener buenas ocasiones allí, pues las lubinas, de la misma las chovas y otro peces, entran con asiduidad a buscar los descartes de las barcas y navíos de pesca todo tendrá dependencia de si esa noche entran o no. Un buen calado es alguna región con movimiento de agua, pues allí el vivo va a estar en continuo movimiento, y si el agua esta medianamente clara las lubinas detectarán al pececillo con relativa facilidad.
Un Truco Final Eficaz Para Pescar Lobinas
Los reclamos, como norma general, sustancialmente, mucho más enormes que para la lubina, aquí los 15-18cm son casi obligatorios, para que no engullan la exhibe y se la lleven, por nuestro bien, y eludir bajas en nuestra caja de muestras y el del pez, condenado a una muerte segura con un señuelo en sus supones. El señuelo llega a tocar repetidas veces el fondo y golpea con las rocas del mismo. Y para que te hagas una idea, las picadas suelen ser en la zona que la ola baña la orilla y queda en seco en su retroceso, en «el último metro». Cuando baja el sol, y la siempre y en todo momento pasmante «Catalina» sale a resplandecer, los depredadores dejaban de cazar, y nada más lejos de la verdad, pues los peces depredadores, y en especial algunas especies como el espetón y la lubina aumentan su actividad, y aprovechan la penumbra para alimentarse de algún desgraciado pececillo que entre en su territorio de caza. La Gaceta de Piscor ha anunciado un episodio de «Passione Surfcasting» en compañía del Team Trabucco en una de las increibles playas del norte de Cerdeña, Baia delle Mimose en el concejo de Badesi, en Italia.
Tenemos que enfocar realmente bien lo que buscamos, pues las condiciones de pesca serán duras, casi extremas en algunos casos. La noche en invierno es complicada y muy riguroso, y no tiene que ver con llevar un forro polar, es que se llega a pasar en ocasiones realmente mal por mucho que te agrade la pesca, pero no os asustéis, la recompensa puede merecer la pena. Ni se te ocurra ponerte a pescar en un rompeolas; hay que ser prudente y buscar zonas llanas desde las que puedas lanzar con facilidad, y más que nada seguridad. Hay muchos puertos que tiene aun zonas donde poder pescar lubinas con el vehículo al lado; busca más que nada puertos de pequeño tamaño, aunque parezca lo opuesto con frecuencia deparan las mejores capturas. Estos días retiran a varios pescadores de la playa o del roqueo porque la inestabilidad con frecuencia acarrea una escasa actividad en los peces, pero en ocasiones no…, así que no hay que omitir la posibilidad de pescar en playas mixtas y roquedos con caños y claros entre las rocas del fondo; estos días las lubinas deambulan a ras de fondo cazando, y un vivo presentado con talento es un reclamo que no van a omitir por alto. Las playas, sobre todo en las cercanías de los espigones y de los rompeolas de los puertos, asimismo deparan lubinas en días de inestabilidad meteorológica, salvo con mar muy tomada, en tal caso publicar un vivo es difícil, no por el lance, sino más bien por el enredo; aun de este modo si conseguimos alcanzar una región de remolino o de determinada calma entre olas, tenemos la posibilidad de probar suerte.
