La lubina no es un carángidoespecialmente potente, pero una gran parte de la pesca invernal de este pez se da en niveles naturales que evaluan nuestro aparato de pesca, el cuál debe poder contestar, y que además tienen que permitir publicar los señuelos idóneos al sitio exacto. Una caña de spinning para lubinas debe tener la estabilidad especial entre aptitud de lance destacable, para llegar más allá de la rompiente (si bien a veces sucede que el serránido agrede muy cerca de donde estamos) pero al unísono ha de ser con la capacidad de hacer maniobrar adecuadamente señuelos que raramente superan los 30 o 40 gramos, por ello se acostumbra seleccionar un rango que va desde los 2,10 a los 2,70 en dependencia del rincón. Pescar lubinas significa, la mayoria de las veces, gastar muchas energías físicas y mentales; no servirá de nada pescar con el más destacable carrete, la caña mucho más cara y actualizada, el artificial recién llegado del Japón…, si primero no nos hemos concienciado del género de pesca que iremos a entrenar, dónde y cuándo debemos tirar nuestros artificiales. Tenemos la posibilidad de equivocarnos en la hora, podemos equivocarnos en el sitio dependiendo de la dirección del viento y de la marea, pero en todos y cada caso debemos razonar y confrontar nuestras vivencias pasadas con las condiciones meteorológicas y climáticas presentes, y con las características de los sitios donde pescamos. Lo destacado es que se nos presente un día anubarrado con mar en calma o poco movimiento, y que incluso llovizne o llueva discretamente; en estos días atrae pescar en roquedos y espigones, ya que las lubinas en estos casos se arriman mucho a las rocas, y si ubicamos un vivo llamativo, plateado , en una mar obscura y con poca luminosidad en el fondo, extraño va a ser que de ingresar alguna lubina en la región no encuentre el vivo.
Las lubinas van a buscar en dos zonas de forma preferente, en los fondos del roquedo utilizando que desde allí puede atacar a sus presas sin ser vistas, o en los aledaños de los remolinos y turbulencias que se generan cerca de las rompientes, y más que nada en promontorios próximos a la área, por el hecho de que allí frecuenta haber más posibilidades de hallar comida diferente, como cangrejos, gusanas, camarones y por teóricos pececillos. Para pescar lubinas en estos remolinos hay que decantarse por un montaje flotante para el vivo; buscaremos un flotador justo de tamaño, pero suficiente, para publicar el aparejo y que quede a merced del movimiento de la mar en las inmediaciones de estos remolinos con algo de espuma, que de forma frecuente podemos encontrar a unas decenas y decenas de metros del roquedo e incluso de la orilla en algunas playas mixtas. Tenemos que enfocar realmente bien lo que procuramos, ya que las condiciones de pesca serán duras, casi extremas en algunos casos. La noche en invierno es dificultosa y muy exigente, y no se trata de llevar un forro polar, es que se llega a pasar a veces verdaderamente mal por más que te guste la pesca, pero no les asustéis, la recompensa puede merecer la pena. Ni se te ocurra ponerte a pescar en un rompeolas; hay que ser prudente y buscar zonas planas desde las que logres lanzar con sencillez, y sobre todo seguridad. Hay muchos puertos que tiene incluso zonas donde poder pescar lubinas con el turismo al costado; busca sobre todo puertos de pequeño tamaño, si bien parezca lo opuesto con frecuencia deparan las mejores atrapas.
Vídeo Pesca De Lubina De 2,8 Kg A Spinning
Este último punto seguramente te suene ya que, ya lo hemos citado en otro de nuestros productos cuando hablamos de la temperatura del agua en la pesca. En los días anubarrados o anubarrados, opte por tonos naturales como el marrón, el blanco y el negro. La línea que utilice fue un trenzado del 0,12 adjuntado con 2 metros de fluorocarbono del 0,20. La segunda y más lógica oportunidad se traduce en largar la muestra tras el punto en el que se espera el ataque, a fin que el artificial llegue hasta allí con absoluta naturalidad. Los peces, se organizan para los próximos meses que van a ser más fríos y por ello, necesitan alimentarse bien para entonces resguardarse del frío invierno.
Estos son solo unos matices a tener en consideración cuando deseamos adentrarnos en el emocionante mundo de la pesca de la lubina, este pez se encuentra dentro de los más deseados y disputados entre pescadores de deportes de norte a sur. Para esto debemos sujetar tenuemente el vivo; una de las mejores opciones es por el morrito con un anzuelo, debiendo calarlo con mucha suavidad para que llegue al rincón donde procuramos la captura en las mejores condiciones posibles, dejándolo que se mueva, pues al sentirse prendido emitirá esas señales de alarma que tan bien reciben las lubinas. El otoño es una buena temporada para atrapar este pez y el fundamento es que, el black bass, busca reservas para el largo invierno y vamos a poder atrapar enormes piezas. Esta pieza puede llegar a los 50 centímetros y se identifica por sus escamas de color verde y motas oscuras. Esta estación, se encuentra dentro de las mucho más deseadas por muchos pescadores y el fundamento es que, es una buena temporada para atrapar buenos peces de un óptimo tamaño y los proyectos de pesca se multiplican dado la variedad de especies que hay en estas fechas.
Pescar Lobinas Desde La Orilla Con Vivos
De esta forma es en el momento en que, los del gremio de la pesca deportiva, podemos hincar el diente y tentar la fortuna con más oportunidad que nunca, y es de esta forma en el momento en que los depredadores sin escrúpulos llenan los cubos y emprenden su migración hacía los restaurantes de la zona, lástima de ellos. En exactamente la misma línea, aunque algo menos agresivo, podemos encontrar al Showerblows de Evergreen. También se mueve de manera muy pronunciada, con cabezazos de 180º y alguna capacidad en permanecen la “strike zone” más tiempo que otros paseantes que tienen la tendencia a moverse más hacía adelante. Con un óptimo lance el Showerblows acompaña también en zonas de viento y riberas que ahondan poco, y si le recoges el rollo y te haces con él, le puedes sacar un partido importante en pos de lubinas beligerantes y reactivas, así como de depredadores mucho más perezosos que no quieren desplazarse demasiado para englobar proteínas. Los hay en tres medidas, escoge la que mejor se adapte a tu región, por cierto, la de 150mm es carne de cañón para anjovas y palomos. La lubina es un pez que fascina a infinidad de pescadores por motivos de lo mucho más peregrinos, si bien parte importante de la culpa radica en esos espectaculares cambios de humor que alteran y explican el accionar en el agua de la lubina.
Montaremos un ramal largo, y podemos ir probando con un buldó pequeño para elevarlo un tanto; otra alternativa es la ya comentada de montar un lumínico, que resulta un atractivo excitador de picada con poca luz o mucha profundidad. Según la hondura recomiendo montar algún excitador de picada, lo más conveniente es un par de plumillas de caballa o jurel sobre el vivo si vamos a dejar el vivo bajando de a poco o prácticamente en superficie (en un caso así un buldó contribuye a ello), o un luminoso de tamaño medio si pescamos una caída importante con varias decenas de metros de hondura. Por supuesto montaremos el vivo intacto, nada de cortarle media cola, con un anzuelo en el morrito superior, y un anzuelo en la cola pero sin ensartar, sujeto con hilo elástico. Aquí no existe duda en montar sedales gruesos por lo que logre pasar, y recordad dejar el freno del carrete bastante liberado para que la lubina no recele en los primeros metros; tengamos en cuenta que poseemos difícil clavar, así que hay que dejar elasticidad en banda para que mastique o trague y entonces se clave con firmeza. Existe quien pone el vivo justo en la espuma de estos remolinos, y es bastante buena opción; si las rocas que hay por debajo nos permiten dejarlo allí sin correr el peligro de enganche es muy probable que entre alguna lubina en escaso tiempo si están con actividad, es una región de turbulencias donde entran con frecuencia las lubinas intentando encontrar comida. Ya que la pesca de la lubina de otoño hablamos de pescar en aguas poco profundas mientras que el bajo se nutre en la parte superior del agua la mayor parte del tiempo, Buzzfrogs puede ser una gran adición a su caja de utensilios de caída.
Si el pesquero lo pide por tener alguna zona con cardúmenes soleándose cerca de tu puesto de pesca o por el hecho de que entendemos que hay algún promontorio visitado por las lubinas, o una zona de remanso en días de oleaje, no dejes de montar una caña con un utensilio flotante con tu vivo; un buen buldó e inclusive un flotador corchero te servirán para publicar con un peso bien equilibrado a tu vivo a unas decenas de metros y dejarlo a ras de superficie. Atento a las pajareras, ya que en ocasiones son las que delatan los mejores calados para lanzar un vivo y dejarlo en superficie, donde lo vean bien las lubinas que cazan allí. Pero repito, no es una lista en orden de relevancia, más bien un delirio de hombre de mediana edad que tiene ganas de escribir sobre señuelos de spinning de superficie para la lubina. La criatura de Xorus está muy bien pensada, es muy lanzadora y soporta pésimos tratos por un tubo. Me explico mejor, si deseáis recuperarle de manera clásica no hay problemas, pero en el instante en que decidís pisar el acelerador el Patchinko no se achica, al revés, le encanta que le metan caña y sencillamente mantiene su compostura y corre más. No posee un cabeceo bastante extenso, y me semeja muy logrado el sutil salpicar que levanta, si no te fijas en el cebo parece que hablamos de un pez que se escapa en la área con mucho más temor en el cuerpo que un gato en noche vieja.
Percibiremos la presencia de un buen remolino en el rebalaje pues en la área se queda el agua con espuma durante un largo tiempo al pasar una ola o cruzarse 2; el aspecto es similar al de los remansos entre olas en el momento en que debajo hay un banco de arena, pero en los remolinos semeja que el agua hierve, y sucede que la turbulencia en ese punto genera que el agua se remueva bastante y levante bastante la arena y el detritus del fondo. En estos remolinos pescaremos de dos formas; tocando los aledaños, pues en esos puntos a veces el remolino de agua reparte la comida fuera del centro de la turbulencia, si no hay picadas en un rato, tocando el centro del remolino, si bien aquí corremos el riesgo de enredar el utensilio o retorcer la línea de pesca, algo que podemos reducir al montar un óptimo emerillón quitavueltas y perlas giratorias en los ramales del aparejo. En estos puntos interesa pescar con el utensilio lo mucho más vertical posible, para esto podemos montar un elevador sobre el utensilio; un buldó nos servirá de manera perfecta para mantener el aparejo lo mucho más vertical posible y ofrecer de este modo los cebos a diferente altura desde el fondo, puesto que a veces las lubinas entran a ras de arena, y en otras ocasiones cruzan entre 2 aguas buscando pececillos. Lo principal es tocar varios puntos, no tenemos la posibilidad de lanzar y dejar los plomos sin desplazar una hora, eso es apostar prácticamente por la coincidencia de que una lubina pase cerca y se halle con el cebo; pretendemos poner el cebo delante de la lubina o la baila. Y para ello hay que recorrer el fondo, desplazar los cebos y dotar a la aparejos de la mejor configuración y reclamo viable preciso a fin de que estos peces localicen sin demasiada complicación el cangrejillo, la bola de coquinas o el vivo que representamos.
Spinning Lubinas
Los peces enormes van a tener más necesidad de alimentarse regularmente gracias a su dimensión y acudirán de manera rápida a nuestro anzuelo. Otoño es una de las mejores temporadas para hacer este deporte sin el exceso de calor y es la estación, donde los peces ya se organizan para el invierno resguardarse. « La búsqueda de grandes predadores en aguas someras – Adaptando una técnica ligera del mediterráneo al atlántico canario. La pesca spinning es una modalidad de pesca que debe ser incesante y estudiar día a día de los descalabros mas que de los triunfos ya que lamentablemente son muy pocos estos últimos. El agua al estar en constante movimiento es donde más se acumulan los alimentos y tras esto, aparecerán varios peces con apetito y va a ser el instante perfecto de echar anzuelo.
Y es que nuestra «amiga» es de las que una vez percibe la menor sospecha de que algo no coincide con sus apreciaciones o bien si se siente molesta en virtud de diversos circunstancias, no se digna ni por asomo a arrimarse a los hermosos señuelos que propongamos por más que lo procuremos, o por muy buenos que estos sea. Por eso mismo antes de sugerirle nada, se hace preciso sopesar su estado anímico, en la medida que la apatía llega poco menos que aletargarla, mientras que la lubina, cuando el frenesí le invade es con la capacidad de moverse bastantes metros a toda máquina con el objetivo de ofrecer alcance a lo que en ese instante tengamos puesto en la grapa. En la pesca, hacer una afirmación absoluta, teorizar técnicas y hábitos de los peces, es meterse en una calle peligrosa, de la que es simple salir negado a las primeras de cambio.